Publicado en la Revista NOSOTROS número 112 de marzo de 2008
Obra relevante
La Casa Hogar renueva sus instalaciones
Por Sergio Rojas
Vista general de la misa que ofició el obispo Rogelio Esquivel |
Los nuevos salones de clase de la Casa Hogar de Tláhuac, ubicada en La Turba, vinieron a renovar las instalaciones de esa noble institución |
La religiosa Dulce María Bouchán con algunas de las niñas |
Alejandro Durán con las niñas de la Casa Hogar al momento del encendido de las velas |
El obispo Rogelio Esquivel (derecha) y el presbítero Porfirio Chimal García |
Hubo reconocimientos para los representantes de las distintas Fundaciones que han apoyado a la Casa Hogar de Tláhuac |
El ingeniero José Antonio del Cueto tuvo relevante participación en la construcción de las aulas |
Una de las nuevas aulas con el equipo de cómputo para las niñas |
Las niñas de la Casa Hogar de Tláhuac están que no caben de gusto porque desde el pasado 22 de febrero cuentan con seis nuevos salones, con lo que sus instalaciones tuvieron importante renovación que vino a modernizar la estructura arquitectónica de una noble institución que desde hace ya casi 17 años, por iniciativa de Leonor Arias de De la Rosa y el empresario Alejandro Durán Raña, Presidente del Patronato, abrió sus puertas a niñas en situación de desamparo de seis a 13 años de edad, para proporcionarles la atención y los cuidados necesarios para su edad.
Pero además, ese día de fiesta tan significativo para la historia de la institución que encabeza el amigo filántropo Alejandro Durán, 17 niñas celebraron su primera comunión, ceremonia religiosa que como cada año estuvo presidida por el obispo Rogelio Esquivel y los presbíteros Porfirio Chimal y Adrián Huerta.
Y como la ocasión lo ameritaba, Alejandro Durán dirigió palabras de fraternal agradecimiento a quienes de una u otra manera no lo han dejado solo en la noble tarea de velar por la educación, alimentación, salud y bienestar de las niñas de la Casa Hogar de Tláhuac, como fueron los representantes de la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal por el apoyo recibido en materia económica y de asesoría asistencial, financiera y jurídica; las Fundaciones Luz Saviñón, Protección de la Niñez, Banamex, Telmex, Nacional Monte de Piedad y del Instituto de Asistencia Social del Gobierno del Distrito Federal, por el apoyo económico y en especie recibido el año pasado.
A nombre del Patronato de la Casa Hogar, agradeció particularmente al ingeniero José Antonio del Cueto, corresponsable de la construcción de las aulas que fueron inauguradas, y al señor Alfonso García Manzano por su apoyo a la obra.
«En la Casa Hogar –comentó Alejandro–, cada uno de estos años a 50 niñas se les ha brindado un lugar para dormir, alimentos higiénicamente preparados, atención médica y psicológica, y la educación primaria con reconocimiento de la Secretaría de Educación Pública, lo cual no hubiese sido posible sin el valioso apoyo y la unión de esfuerzos y voluntades de muchos de los aquí presentes».
Con la voz entrecortada debido a la comprensible emoción de un hombre para quien las horas de insomnio cuando en la Casa Hogar no todo va como él quisiera son simples gajes de su vocación humanitaria, de la que por cierto no le gusta hacer mucho alarde, Alejandro agradeció en primer lugar a la religiosa Dulce María Bouchán, directora de la Casa Hogar desde hace 16 años, quien día a día se entrega a esta labor con un alto sentido de responsabilidad, reconoció. Asimismo, les agradeció la labor realizada a las hermanas que se encuentran al frente de su congregación de Cristo Rey Santa María de Guadalupe, las religiosas Bernardita Correa Ruiz, Betty Magaña González y a la Madre Superiora General Rosa María Olivares Yépez, así como a la Vicaria General Amelia Villanueva Contreras y a la religiosa Enriqueta Jiménez Alvarado.
Mención especial hizo Alejandro de quienes conforman el personal docente de la Casa Hogar, cuyo compromiso con esta causa ha sido invaluable, pero sobre todo por su apoyo en las diversas tareas que se requieren para mantener a las niñas en un ambiente cálido y seguro. El reconocimiento incluyó al personal médico que se encarga de la atención de la salud de las niñas.
Por último, Alejandro Durán exhortó a quienes estuvieron presentes a no desfallecer en el compromiso de apoyar a las niñas, debido a que la aportación de cada uno hace posible que a través del amor y la actitud de entrega les pueda cambiar a las niñas su situación de vida.
Durante la ceremonia de inauguración de los seis salones y la ceremonia religiosa estuvo también Ceres Román Reyes, secretaria particular y representante del jefe delegacional Gilberto Ensástiga.