Publicado en NOSOTROS, número 17, junio de 1999
SEIN | Fotografías: Sergio Rojas
Amigos por Tláhuac
Primera Comunión de las niñas de la Casa Hogar
Las niñas de la Casa Hogar de Tláhuac recibieron el sagrado sacramento de la primera comunión hace unos días, durante una misa que se celebró en las instalaciones de dicha Casa en La Turba. La señora Leonor Arias de De la Rosa, el empresario Alejandro Durán Raña y su señora esposa, Martha Bañuelos de Durán, el párroco Por firio Chimal García y diversos integrantes del Grupo Amigos por Tláhuac, se dieron cita para acompañar a las felices niñas en tan emotivo día, las cuales estuvieron con sus padres, familiares y amigos.
Publicado en NOSOTROS, número 13, diciembre de 1998
SEIN | Fotografías: Guillermo Yáñez
Concluyeron su instrucción primaria la
segunda generación de niñas
La segunda generación de niñas que concluyeron su instrucción primaria en la Casa Hogar, ubicada en La Turba, tuvo su tradicional ceremonia de fin de cursos hace unos días. Ellas comenzaron a estudiar su instrucción primaria en 1992, y gracias a su voluntad y esfuerzo finalmente pudieron concluir sus estudios, gracias al apoyo que un grupo de empresarios de Tláhuac, encabezados por Alejandro Durán Raña, le viene dando a la Casa Hogar desde que Leonor Arias de De la Rosa emprendió la tarea de construir un lugar donde esas niñas que deambulaban por las calles con un aire de tristeza en sus ingenuos rostros, con el descuido propio de la precaria situación económica de sus familias, tuvieran donde ser atendidas en sus más elementales necesidades.
Pero sobre todo que tuvieran el cariño y la educación.
Las niñas que concluyeron sus estudios fueron Rocío Cruz, Erika Elena Hernández Ugalde, Fátima Gutiérrez Rivera, Gabriela Hernández Ugalde y Noemí Argüelles.
El Patronato de la Casa Hogar lo integran, además de Alejandro Durán como Presidente Fundador, Enrique Larios, secretario; Rigoberto Piña, tesorero; y como vocales se encuentran Oscar Braunstein, Epigmenio López Moreno, Lidia Cházaro, Leonardo González y Víctor García.
Durante la ceremonia de fin de cursos estuvieron presentes Graciela Rojas Cruz, delegada de Tláhuac; la madre Bernardita Correa, madre superiora de la Congregación Misioneras de Cristo Rey y Santa María de Guadalupe, la cual administra la Casa Hogar, la madre superiora Sagrario Andrade Baca, y la madre Dulce María Bouchan, actual directora de la Casa Hogar en la que personas desinteresadas que tienen un gran amor al prójimo, lo demuestran al desarrollar una gran labor altruista. ¡Felicidades a las nuevas egresadas de la Casa Hogar!
Publicado en NOSOTROS, número 6, julio de 1997
La Casa Hogar de Tláhuac, el lugar de la esperanza
Texto: Sergio Rojas | Fotografías: Guillermo Yáñez
Llegaron a la Casa Hogar muy pequeñas, con el temor propio de la edad ante lo que no imaginaban acabaría por transformar sus vidas, allí compartieron junto con otras niñas sus juegos e ilusiones, cursaron la instrucción primaria bajo un techo protector y rodeadas de amor y esperanza.
Fueron las primeras 12 niñas que estudiaron los seis años de instrucción primaria en la Casa Hogar, ubicada en La Turba, porque comenzaron en 1990, cuando la señora Leonor Arias de De la Rosa, esposa del entonces delegado de Tláhuac, Alfredo de la Rosa Chávez, se dio a la tarea de construir un lugar donde esas niñas que deambulaban por las calles con un aire de tristeza en sus ingenuos rostros, con el descuido propio de la precaria situación económica de sus familias o, también, porque en el seno familiar faltaba alguno de sus pilares, pudieran tener esa oportunidad que tiene cualquier otra niña en condiciones distintas, y así adquirieran las herramientas necesarias que más adelante les permitieran sortear con éxito los caminos de la vida.
Rodeadas de sus familiares, de sus seres más queridos, de sus compañeras, bien de salón de clase o de habitación, en el comedor o en el patio, de sus entrañables amigas de la vida, de las madres de la Casa Hogar, pertenecientes a la Orden Cristo Rey y Santa María de Guadalupe, las cuales han cumplido con creces todo lo que la palabra representa, y de los miembros del Patronato que desde el comienzo han atendido sus necesidades fundamentales, las niñas disfrutaron su muy especial fiesta de fin de cursos, todas ellas bien arregladas para tan excepcional ocasión, vestidas de blanco como la pureza de sus ilusiones y con unos claveles o rosas rojas en las manos. Y bailaron su vals y recibieron sus diplomas en medio de aplausos estimulantes y otras muestras de cariño y apoyo.
Todo en la cancha donde muy pronto habrán de ser construidos seis salones de clase, gracias a personas e instituciones amigas que siempre están dispuestas a cooperar. Bajo una lona en la que hubo el traspaso entre escoltas de la bandera, en donde se rindieron los honores a la enseña patria y se dio el solemne juramento, para luego pasar al acto social en que las demás niñas, desde los cinco hasta los 12 años, bailaron el chiapaneco bolonchón, el son jalisciense de Las copetonas o el de Madrugada pasando por uno jarocho, incluso no faltó la clintoniana Macarena bailada por niñas de primero, segundo y tercer año.
Estas son las niñas que hace seis años nos confiaron y que ahora se las confiamos a ustedes, dijo con sentida emoción a los familiares de aquellas la sonriente madre Dulce María Bouchan, quien desempeñó el papel de maestra de ceremonias, y que pidió un aplauso especial para Olimpia González y Adriana González quienes concluyeron su instrucción primaria con promedio de 10… Aquí hemos dado un gran respeto a todas ellas, tenemos confianza de que ustedes las van a comprender, que les van a dar apoyo y amor, volvió a decir quien tenía a su encargo la conducción del programa, mientras detrás de la larga fila donde observaban los familiares, Sagrario Andrade Baca, directora de la Casa Hogar, simplemente veía con discreción.
Por ahí una niña de blanco le pedía a su hermano mayor que no se acabara el rollo de película, que reservara uno para la foto con el grupo. Otra pequeña, de escasos siete años, lloraba de tristeza con Alejandro Durán, presidente del Patronato, porque no se quería ir de vacaciones a su casa ni deseaba que la fueran a cambiar de grupo.
Luego vinieron las palabras de Leonor Arias de De la Rosa, quien recordó el atribulado inicio de la Casa Hogar de la cual ahora ellas se llevan el corazón de todos quienes las trataron pero, también, sólidos principios morales que les permitan querer a sus padres y a sus familiares. Asimismo, no dejó de mencionar que las niñas se llevan un papá como Alejandro Durán y una gran mamá como Marta Bañuelos de Durán, su esposa, porque, recordó, «después de todo detrás de un gran hombre hay una gran mujer»… La Casa Hogar no les falló, dijo, al tiempo que reconoció que ese hogar había sido lo más hermoso que he hecho en mi vida. Enseguida trajeron los enormes y sabrosos pasteles a la mesa principal, y las niñas al unísono partieron su pastel para compartirlo con sus invitados. Porque solamente estuvieron los que quisieron estar. Y punto.
Un hogar para quien lo necesita
La Casa Hogar alberga a 50 niñas cuyas edades van entre los seis y los 12 años, aunque puede haber excepciones y permanecen aquí hasta los 13. Muy pronto, gracias al Montepío y a la Fundación Luz Saviñón serán cambiadas más de 25 literas. Las niñas están distribuidas por edades en cuatro habitaciones. Las instalaciones de la Casa Hogar cuentan, además de la oficina de la dirección, con un comedor y cocina.
En donde se encuentran los únicos tres salones de clase, y donde será acondicionado un amplio jardín con una cancha deportiva una vez que sean construidos los seis salones que mencionamos líneas arriba, a un costado se ubica la capilla donde todos los martes por la tarde se celebra una misa en preparación para que las niñas reciban la primera comunión o su confirmación en fechas específicas.
El Patronato está integrado por Alejandro Durán como presidente fundador, Enrique Larios Canale como secretario, Rigoberto Piña, tesorero; Oscar Braunstein, Epigmenio López Moreno, Lidia Cházaro, Leonado González y Víctor García fungen como vocales. Además, empresarios de la región apoyan la labor de la Casa Hogar con becas mensuales de 250 pesos, lo cual no cubre las necesidades de quien la recibe pero sí es una gran ayuda en su manutención. El gasto mensual es de 25 mil pesos, cantidad con la que se cubren gastos de alimentación, salarios de profesores y de las monjas.
De igual forma, la delegación Tláhuac apoya con el mantenimiento del inmueble. Y, si cada mes llega a presentarse la situación de falta de dinero, el Patronato termina por aportarlo.
A la Casa Hogar, ubicada en La Turba, llegan personas a pedir el apoyo para niñas que en sus respectivas casas tienen problemas específicos y que no tendría caso describir aquí porque el sensacionalismo de algunos lo consideraría tema de programa televisivo como Ciudad desnuda. Inmediatamente trabajadoras sociales y el Patronato mismo realizan las investigaciones pertinentes para ver si el caso amerita la inscripción de la menor.
Las niñas pasan los fines de semana en sus casas, entran el domingo a las cinco de la tarde y salen los viernes a la misma hora. De esa manera no se rompe el vínculo familiar. Sin embargo, cuando son detectados problemas en la relación familiar, las niñas son retenidas en la Casa Hogar para evitarles conflictos sicológicos posteriores.
Es una labor altruista que realizan personas desinteresadas que tienen un gran amor al prójimo y que realizan acorde a los preceptos de la fe cristiana. Por eso NOSOTROS quiso estar presente en una clausura de fin de cursos a pesar de que quienes conforman el Patronato de la Casa Hogar, no han buscado el lucimiento personal con acciones que solamente pertenecen a las elaciones humanas y que involucra a indefensos seres que en algunos años llegarán a ser, para satisfacción de quienes creen en ellas, protagonistas significativas en la vida.
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